No lo parece pero sí, estoy en Dinamarca...
Siguiendo con mi plan específico de entrenamiento, ayer fui a jugar al ping-pong. Resulta que el compañero chino con el que trabajo me dijo que si quería ir a jugar al salir. Yo claro, le dije que sí…a pesar de que mis escarceos con los deportes de raqueta se reducen a alguna tarde gloriosa en el frontón de mi pueblo jugando con el Sastre de pareja…ay!! qué tardes de verano en la Huerta…Así que mi destreza y técnica dejan mucho que desear…
¿Qué pasa entonces si me voy a echar la tarde jugando al ping-pong con unos chinos? Pues lo que pasó: que me “pintaron la cara”. Menos mal que aquí no se pasa por debajo de la mesa cuando te dejan a cero…si no, me había venido para casa con el “lomo caliente”. Claro, qué jodío el chino…me ha llevado a su terreno…anda que va a decir de echar un mus o algo…aunque esta gente es de “llevar siempre 31”, jeje.
Sus loviu!!!
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