Nadando entre medusas...

Hoy he empezado a nadar.
La piscina se encuentra al lado de mi casa…Digamos que no es una piscina “al uso”. Es más bien una mezcla de centro de ocio y recreación, con tobogán y trampolín, y algunas zonas delimitadas para el nado.
Cuando hablo de nadar entre “medusas”, me refiero a esa especie que frecuenta las piscinas, que se asemeja mucho a esas otras de agua salada. Estas de "agua dulce" tienen una edad media de unos 60 años, sexo femenino, gorros de llamativos colores y sus técnicas de nado se asemejan bastante a las medusas de mar en aspectos como la flotación errática, nado a la deriva e impredecible trayectoria. Esto conlleva tener que lidiar con ellas constantemente, y hacer más recortes que “El Fandi” en banderillas.
No es la primera vez que me cruzo con esta especie. Ya hace un tiempo tuve que estar “compartiendo ecosistema” con ellas en mi estancia en Paris…incluso sobreviví a una “moción de censura” que me montaron un día, porque decían que "les estresaba" al pasar por su lado. Gracias a la inestimable ayuda de una joven testigo y la decisión tomada por el magnánimo socorrista, seguí conviviendo con aquel grupo de “carabelas portuguesas”.
Ahí quería ver yo a David Meca y su Plátano de Canarias. Mucho salir de Alcatraz, mucho cruzar el Estrecho...crúzate con una de estas cabreadas y me cuentas, majo...
Que además digo yo: ¿para qué llevarán gorro (y encima feo de cojones) si no meten ni un rizo de su "permanente" en el agua? ¿Será que no les convence la palabra "permanente"?
Muchos besos
SUS LOVIU!!!!